Consultora especializada en temas de defensa de derechos del consumdor

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Consultoría sobre relaciones de consumo

miércoles, 22 de mayo de 2013

Cuidado con exceso de deudas!!!!

Todos alguna vez hemos escuchado la advertencia de parte de nuestros padres, amigos o una persona que ya ha pasado por la experiencia: ¡cuidado con las deudas! Si bien este consejo es común, casi nunca lo tomamos en cuenta, por lo que muchas personas terminan enfrentando una difícil batalla contra las deudas de todo tipo. Pero no sólo los jóvenes demuestran poca responsabilidad en lo que a crédito respecta, miles de personas viven sumergidas en deudas, de manera tal que con frecuencia sus pagos mensuales se dedican a los cargos por financiamiento o interés. En esta situación, la restauración de un mal crédito podría parecer imposible, pero no es así, es difícil pero no imposible, sólo es cuestión de tener control en las finanzas personales. El aspecto con el que la mayoría experimenta problemas a la hora de restaurar un crédito es con lograr un cambio de los hábitos de compras. Inclusive si ya se ha liberado de las deudas, se sigue teniendo la tentación de volverse a endeudar, a pesar de saber bien la dificultad que tuvo para pagar esas deudas. Consejos Para quienes deseen restaurar su crédito y no tropezar dos veces con la misma piedra, le recomendamos: La mejor forma de hacerlo es relacionando las deudas, las cuentas que se deben pagar mensualmente (renta, hipoteca, impuestos) y otros gastos mensuales, comparándolos luego con los ingresos de cada mes. La comparación puede ser para asustarse; pero también es para tranquilizarse, pues muestra claramente hasta dónde es posible hacer gastos innecesarios cada mes. Una vez determinado cuánto debes y cuánto ganas, puedes elaborar el presupuesto correspondiente. Asegúrate de que el mismo sea realista, pues la repartición excesiva no sólo te hará sentir en la miseria, sino que también dejará poco espacio para reaccionar en caso de emergencia. Si tiene ahorros sustanciales, pero también una deuda sustancial, utiliza los primeros para pagar lo más que puedas de la segunda. Las deudas traen consigo altas tasas de interés, más que las aplicables a las que podrían ganar tus ahorros en el banco. Eso quiere decir que cada día que pase la deuda será mayor, mientras que los ahorros sólo experimentarán un incremento marginal en la cuenta bancaria.