Consultora especializada en temas de defensa de derechos del consumdor

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Consultoría sobre relaciones de consumo

lunes, 14 de marzo de 2016

¡Antibióticos fuera del Menú!"

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores en el año 1983, cuya celebración conmemora el discurso dado por el presidente John F. Keneddy el 15 de marzo de 1962 para reconocer al consumidor como un elemento fundamental dentro del proceso productivo, y, pronunció un discurso ante el Congreso de su país en el que destacó: “Ser consumidor, por definición, nos incluye a todos. Somos el grupo económico más grande en el mercado, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas ... Pero es el único grupo importante cuyos puntos de vista a menudo no son escuchados”.
El tema del Día Mundial de los Derechos del Consumidor 2016 será"¡Antibióticos fuera del Menú!"
Acerca del Día mundial de los derechos del consumidor (DMDC) El 15 de marzo es el DMDC, un encuentro anual de celebración y solidaridad del movimiento internacional de consumidores. Cada año, las organizaciones de consumidores celebran el DMDC uniéndose para dar relieve a un problema de importancia para consumidores de todo el mundo. Mediante nuestra acción colectiva, intentamos fomentar cambios importantes a nivel internacional. Resistencia a los antibióticos: la crisis de sanidad pública que se avecina La resistencia a los antibióticos consiste en que estos dejan de ser eficaces contra las bacterias. La resistencia adquirida por estas bacterias hace que muchas infecciones sean mucho más difíciles de tratar. Esta situación, combinada con la falta de nuevos fármacos, genera un importante riesgo para la salud pública que "podría acabar con la medicina moderna en su estado actual".1 Alrededor de la mitad de la producción de antibióticos a nivel global se utiliza en el sector ganadero, destinándose muchos de ellos a acelerar el crecimiento y prevenir enfermedades (en lugar de tratarlas). Este uso excesivo está generando más bacterias resistentes a los antibióticos. Las bacterias resistentes pueden transmitirse de los animales de granja a los seres humanos a través del consumo de alimentos contaminados, mediante contacto directo con los animales o por transmisión ambiental; por ejemplo, por contaminación del agua o de la tierra. Los gobiernos de los países están empezando a reaccionar ante esta crisis que se avecina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está coordinando la respuesta internacional mediante su plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos. Además de ocuparse del consumo excesivo de antibióticos por los seres humanos y promover el desarrollo de nuevos fármacos, las agendas legislativas de todo el mundo también incluyen los cambios en las prácticas del sector ganadero. El uso excesivo de antibióticos está creando superbacterias altamente resistentes. Si no actuamos con urgencia, nos espera la era posantibióticos, en la que importantes medicamentos dejarán de ser efectivos, y las infecciones comunes y las lesiones leves recuperarán la capacidad de ser letales. Alrededor del 50% de los antibióticos a nivel mundial se usan en el sector ganadero. Con casi 100 000 restaurantes en todo el mundo, McDonald’s, Subway y KFC están en posición de servirse de su enorme poder de negociación para impulsar grandes cambios en la cadena global de suministro.
Los grupos de consumidores y la sociedad civil pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra la resistencia antimicrobiana. Ellos son los promotores, los impulsores y los actores principales, especialmente en esta era de los medios sociales Los consumidores que cuestionan la seguridad de los alimentos elaborados a partir de animales medicados en exceso y que toman decisiones de compra consecuentemente, pueden tener un profundo impacto en las prácticas del sector Discurso al G7 de Margaret Chan Directora General de la OMS, 2015
Se trata de un problema que nos afecta a todos. Sin una acción urgente, el uso excesivo de antibióticos amenaza con llevarnos a una época en que muchos medicamentos importantes ya no se podrán usar para tratar infecciones y enfermedades. Pese a ello, los antibióticos se siguen utilizando en grandes cantidades para producir nuestros alimentos. Como el grupo económico más grande, los consumidores tienen un papel clave que desempeñar en convencer a las empresas de la necesidad de cambio. Actualmente, la resistencia a los antibióticos está aumentando a un ritmo que no se puede compensar con el desarrollo de nuevos fármacos. En mayo de 2015, la Asamblea Mundial de la Salud respaldó un plan de acción mundial para afrontar la resistencia a los antibióticos, que incluye la reducción del uso de los existentes para prolongar su eficacia contra enfermedades potencialmente mortales. Marcaremos el Día mundial de los derechos del consumidor emplazando a las mayores cadenas de restauración del mundo a contribuir a la lucha contra la resistencia a los antibióticos, comprometiéndose globalmente a dejar de servir carne procedente de animales que han sido tratados habitualmente con antibióticos destinados al consumo humano. Los antibióticos destinados al consumo humano solo deberían utilizarse para el tratamiento de animales enfermos y, muy ocasionalmente, para el control no rutinario de enfermedades, en caso de que se haya identificado una enfermedad en otros animales en contacto directo con los sometidos al tratamiento, pero nunca para el fomento del crecimiento, la eficiencia del pienso o la prevención rutinaria de enfermedades.
La importancia del asunto reside en que se trata de un problema que nos afecta a todos y todas en tanto y cuanto consumidores, en razón de que el consumo de comida rápida se ha extendido y continúa extendiéndose en el mundo producto del modelo de sociedad que ha escogido la humanidad consistente en jornadas de trabajo que no dejan espacio a la vida familiar lo que obliga a los consumidores a alimentarse fuera del hogar y de manera rápida. la calidad de esa comida está afectada por un sinnúmero de situaciones complejas y dañinas para la salud humana. Por tanto, se requiere de una acción urgente que ponga a los consumidores en alerta y que les permita tomar decisiones conscientes y favorables al sostenimiento de una salud adecuada. Pues el empleo excesivo de antibióticos en animales que luego constituyen alimento para humanos, amenaza con llevarnos a una época en que muchos medicamentos importantes ya no se podrán usar para tratar infecciones y enfermedades debido a su empleo en animales de consumo humano. Pese a ello resulta que los antibióticos se siguen utilizando en grandes cantidades para producir nuestros alimentos. Es lo que debemos detener, de ahí la alerta que se realiza.
Las empresas, la sociedad civil y los consumidores también deben tener un papel. Las multinacionales del sector alimentario, que cuentan con cadenas globales de suministro, están en posición de impulsar cambios con mayor rapidez que la legislación por sí sola. Por eso apoyamos a Consumers CI a esta campaña.

Adriana Besso
Consultora Defensa derechos de consumidores

Presidenta de Asociación de Consumidores y Usuarios Andcu