En
esta Navidad, el mejor regalo es la tranquilidad, y,
que
las compras no afecten el presupuesto familiar.
En
esta época navideña es donde se hacen regalos a familiares y amigos
es
preciso tener conciencia del verdadero presupuesto, y no endeudarse
a futuro
. Muchos
establecimientos inician el periodo de rebajas con anticipación,
haciéndolo coincidir con la compra de los regalos para Navidad, por
lo que recomendamos comparar bien los precios
antes
de decidir por un producto, sobre todo si se realizan compras on
line, y así evitar posibles fraudes.
Por
todo ello, no hay fórmulas mágicas para conseguir ahorrar en estas
fechas, pero sí una serie de consejos para racionalizar el gasto y
mantener una conducta de consumo responsable.
Recuerde
que las ofertas de bienes o servicios, y las garantías, deben
expresarse claramente por escrito. Lee detenidamente el contrato
antes de firmarlo.
Si
planeas realizar una compra a plazos, tienes derecho a saber de forma
adecuada y oportuna el monto total de los intereses y tasa de
interés; el monto y detalle de los cargos adicionales, si los hay; y
el número de cuotas a pagar y por cuánto tiempo. Si de todas
maneras va a pedir un crédito para enfrentar los gastos navideños,
recuerde cotizar, pues los
estudios han comprobado que un consumidor puede terminar pagando casi
el doble de lo que pidió.
Se
recomienda
al consumidor que solicite una cotización y la compare con las
demás
instituciones
de plaza.
No sólo la tasa de interés debe compararse al cotizar un crédito,
pues existen comisiones, seguros, impuestos y otros cargos asociados
que se suman a las cuotas que deben pagar los consumidores.
Para
esta fecha existen muchas liquidaciones u ofertas y no por eso el
consumidor tiene menos derechos, pero siempre es importante comprar
los productos en comercios establecidos
para
acceder a estos derechos. Recuerde que un
precio desmesurado no es sinónimo de calidad.
Es
importante que el consumidor se informe
bien antes de comprar los alimentos, leyendo con detenimiento la
etiqueta y atendiendo especialmente a la fecha de caducidad y a la
identificación del producto. Hay
que leer
siempre el etiquetado para
comprobar la calidad del producto y valorar la reducción del precio,
y,
que el precio establecido en la góndola sea el que verdaderamente le
estén cobrando.