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Consultoría sobre relaciones de consumo

jueves, 25 de octubre de 2012

Sabes qué es la Hipertensión y cómo prevenirla

La hipertensión arterial consiste en el aumento de la presión de la sangre en las arterias, esto hace que el corazón trabaje en exceso y se debilite, estadísticas recientes revelan que en la Republica Dominicana casi el 24% de la población adulta sufre de esta condición. Pero solo una de cada dos lo sabe. En los mayores de 60 años de edad esta enfermedad se presenta en el 60% de los individuos. La hipertensión se desarrolla por diversos factores, entre ellos una alimentación poco saludable, una vida sedentaria, tener alguna afección en el corazón o riñones y predisposición hereditaria; también pueden influir, como la edad, el estrés, la falta de actividad física, el tipo de alimentación, fumar, beber alcohol, el sobrepeso y la obesidad. Cuando la hipertensión se presenta por una predisposición hereditaria es imposible prevenirla, sin embargo, llevar una vida saludable puede evitar que se presente a una edad temprana. Una persona es considerada hipertensa cuando su presión arterial es mayor a 140/90 milímetros por un periodo prolongado de tiempo. Cuando se trata de tomar la presión nada como hacerse un buen chequeo médico. En algunos casos los doctores podrían utilizar el sistema MAPA, el cual es un aparato que le colocan al paciente y que mide la presión por varios días. Otro recurso n es tomar la presión con un Baumanómetro o un esfigmomanómetro y ordenar estudios de laboratorio como la biometría hemática. La presión arterial se clasifica en base a dos tipos de medidas, la presión arterial sistólica y diastólica, expresadas como una tasa, como por ejemplo 120/80 mmHg («120 sobre 80»). La presión arterial sistólica (la primera cifra) es la presión sanguínea en las arterias durante un latido cardíaco. La presión arterial diastólica (el número inferior) es la presión entre dos latidos. Cuando la medida de la presión sistólica o diastólica está por encima de los valores aceptados como normales para la edad del individuo, se considera como Pre-hipertensión o Hipertensión, según el valor medido. a presión arterial elevada rara vez presenta síntomas. Estar nervioso o tenso, por ejemplo, no es sinónimo de tener la presión arterial elevada. DIAGNÓSTICO La única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas. Mucha gente tiene la presión arterial elevada durante años sin saberlo. El diagnóstico se puede realizar a través de los antecedentes familiares y personales, una exploración física y otras pruebas complementarias. TRATAMIENTOS La hipertensión no puede curarse en la mayoría de los casos, pero puede controlarse. En general debe seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla estable. Las pastillas son sólo parte del tratamiento de la hipertensión, ya que el médico también suele recomendar una dieta para perder peso y medidas como no abusar del consumo de sal, hacer ejercicio con regularidad. Consejos para el paciente con hipertensión: 1. Reduce el peso corporal si tienes sobrepeso. 2. Reduce el consumo de sal a 4-6 gramos al día; consume menos productos preparados y en conserva, y no emplees demasiada sal en la preparación de los alimentos. No obstante, existen pacientes que no responden a la restricción salina. 3. Reduce la ingesta de alcohol, que en las mujeres debe ser inferior a 140 gramos a la semana y en los hombres inferiores a 210 gramos. 4. Realiza ejercicio físico, preferentemente pasear, correr moderadamente, nadar o ir en bicicleta, de 30 a 45 minutos, un mínimo de 3 veces por semana. 5. Reduce el consumo de café y no consumas más de 2-3 cafés al día. 6. Consume alimentos ricos en potasio, como legumbres, frutas y verduras. 7. Abandona el hábito de fumar. 8. Sigue una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados y pobre en grasas saturadas. Además de las medidas recomendadas, el hipertenso dispone de una amplia variedad de fármacos que le permiten controlar la enfermedad. El tratamiento debe ser siempre individualizado. Para la elección del fármaco, hay que considerar factores como la edad y el sexo del paciente, el grado de hipertensión, la presencia de otros trastornos (como diabetes o valores elevados de colesterol), los efectos secundarios y el coste de los fármacos y las pruebas necesarias para controlar su seguridad. Habitualmente los pacientes toleran bien los fármacos, pero cualquier fármaco antihipertensivo puede provocar efectos secundarios, de modo que si éstos aparecen, se debería informar de ello al médico para que ajuste la dosis o cambie el tratamiento.