Consultora especializada en temas de defensa de derechos del consumdor

Consultora especializada en temas de defensa de derechos del consumdor
Consultoría sobre relaciones de consumo

sábado, 26 de abril de 2014

Con la ley que se acaba de aprobar será más barato pagar con tarjeta de débito?

Con la ley que se acaba de aprobar será más barato pagar con tarjeta de débito?

El Senado aprobó finalmente esta semana la Ley de Inclusión Financiera con el objetivo de lograr mayor bancarización en nuestra plaza. A partir del 1ero. de agosto los uruguayos que paguen con tarjeta de débito pagarán 18% de IVA en lugar del habitual 22% en sus compras menores a 4000 unidades indexadas que hoy en día equivalen a unos $ 11.400. Un año después el beneficio se reducirá a tres puntos de IVA para finalizar el período promocional en el año 2016 donde los uruguayos pagarán en forma permanente un 20% de IVA siempre que utilicen como medio de pago la tarjeta de débito. Asimismo, las compras con tarjeta de crédito se beneficiarán de un descuento de dos puntos de IVA a partir de agosto, un punto de IVA al año siguiente para luego retornar a la situación actual con un IVA del 22%. En resumen, luego del período promocional de dos años solo se beneficiarían del descuento de 2 puntos de IVA los pagos con tarjetas de débito no alcanzando entonces el beneficio permanente en las compras que se realicen con la tarjeta de crédito.

¿Qué diferencias existen entre la tarjeta de débito y la tarjeta de crédito?

Cuando uno utiliza una tarjeta de crédito está solicitando implícitamente un préstamo a tasa cero que puede inclusive pactarse en cuotas en algunos casos como por ejemplo en la compra de electrodomésticos, ropa, etc. La tasa cero deja de serlo cuando comenzamos a realizar pagos parciales del saldo mensual que aparece en el estado de cuenta de la tarjeta que utilizamos. Muchos uruguayos ingresan en lo que nosotros llamamos “la trampa del pago mínimo” que implica realizar pagos muy reducidos que nos sugiere la entidad emisora de la tarjeta y financiar el saldo del estado de cuenta mensual en los meses siguientes. Muchas veces el saldo a pagar mensual comienza a crecer como una bola de nieve que cae por una montaña helada debido a los altos intereses y la acumulación de deudas de varios meses. No es por lo tanto para nada recomendable realizar esta práctica si queremos cuidar nuestras finanzas personales.

En el caso de las tarjetas de débito no hay financiación de la entidad financiera sino que nuestro dinero se transfiere de forma instantánea desde nuestra cuenta bancaria hacia la cuenta del comercio donde estamos consumiendo. Simplemente nos ahorramos el paso de ir al cajero automático antes de ir por ejemplo al supermercado. Lógicamente no podemos gastar más dinero del que tenemos en nuestra cuenta a diferencia de lo que ocurre con la tarjeta de crédito lo cual resulta muy positivo para la salud de nuestras finanzas pero nos obliga a ser muy ordenado con el control del saldo si pretendemos “llegar a fin de mes” sin problemas y sin sorpresas. Es decir, la tarjeta de débito no nos genera dificultades financieras de largo plazo ya que “nos cortan el grifo” cuando se nos acaba el dinero del mes pero nos puede generar algún dolor de cabeza en el corto plazo si no somos cuidadosos en el control del dinero que nos va quedando antes de cobrar el próximo salario. Hay que tener muy en cuenta que los recibos de pago por tarjeta de débito no incluyen el saldo de nuestra cuenta bancaria entonces debemos realizar asiduamente consultas de la evolución de nuestro saldo de dinero por internet o mediante un cajero automático.

Por último, existen otros beneficios que se pretenden aplicar con esta nueva ley como por ejemplo acercar el crédito a más uruguayos que hoy en día no utilizan los bancos ya que cobran su salario en efectivo. La Ley obligará a las empresas a pagar los sueldos de sus empleados mediante la acreditación del dinero en una cuenta bancaria que elija el trabajador. Asimismo, se crean beneficios para los jóvenes entre 18 y 29 años incentivando el ahorro para la compra de vivienda mediante subsidios estatales.